miércoles, 18 de febrero de 2009

Noche de luna

Ya había oscureciendo, y yo estaba en el andén, esperando a que el tren que me llevaría de vuelta a casa pasase de una vez.
Toda la estación estaba vacía, excepto yo y el reflejo de la luna llena en un estanque. Abrí mi libro y me puse a leer. "Espero no acabarlo hasta que llegue el tren" pensé "asi el tiempo pasará más deprisa".
En ese moemento levanté la vista y vi al fin el viejo tren que me llevaría hasta casa. Era una antigua máquina de vapor a la que le habían cambido la caldera por un motor eléctrico, pero aún así, el vapor salía por la chimenea. Subí y el revisor me ticó el billete.
-El tren está vacío, sientese donde quiera -me dijo-.
Entonces yo busqué un reservado silencioso donde pudiera apagar la luz y dormir un rato si lo deseaba, pero cuando dejé mi maleta, saqué mi libro y comencé a leer otra vez.
Pasaron las horas y se me cerraron los ojos, con lo que el libro se me cayó al suelo. El sonido de las tapas al cerrarse de golpe me despertó y miré por la ventana.
Estabamos en un tunel, y se veía una luz plateada al final.
Cuando salimos vi que era la luz de la luna reflejada en las gotas de rocío de montones de flores silvestres que crecían en un campo.
El tren se detuvo poco a poco y cuando finalmente paró, el revisor entró en la cabina y me dijo:
-Señor, baje del tren, por favor.
Yo obedecí y sali al prado. Con mi libro en una mano y mi curiosidad en la otra, miré a mi alrededor. El campo tenía un aspecto extraño: había montones de flores preciosas, rosas y amapolas, don diegos y camelias, gardenias y campanillas, pero algunas tenian un aspecto extraño. Me acerqué y vi que las flores extrañas eran de papel, y eso me pareció muy extraño, porque eran flores muy delicadas, casi como si fuesen reales...
Entonces recorde que tenía mi libro y me di cuenta de que no tenía puesta la marca, así que arranqué una rosa roja y la coloqué entre las páginas en que me había dormido.
Cerre los ojos y aspiré el aroma, que de tan embriagasdor me hizo caer al suelo casi sin sentido. Miré al cielo y nubes púrpuras se arremolinaban alrededor de la luna llena, que me miraba desde las alturas.
Mis párpados volvieron a cerrarse y no me desperté hasta que el tren se detuvo en el andén de mi pueblo. El Sol entraba por la ventana y acariciaba dulcemente mi piel. Cogí mis cosas y me fui a mi casa. Pensé "todo habrá sido un suño" y me subí en un taxi que me llevó hasta la finca de mis padres. Entonces miré mi libro y la vi: una rosa roja asomaba entre sus páginas.

8 comentarios:

  1. Un relato precioso...sueño, realidad,...aveces ambos se confunden. Saludos!

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  2. Hola niño.

    Me dejaste unas palabras muy reconfortantes en mi blog. He de decirte que el tuyo está lleno de sensibildad, no te quedas atrás, eh??
    Pero únicamente te haré un pequeño inciso sobre mi última entrada....Nadie dijo "desaparecer" sino "desaprender".
    De cualquier forma, hay momentos en los que sí que apetecería desaparecer por unos instantes.

    Un saludo.

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  3. Compañero, eres un figura para estos recursos de finales sorpresivos. Me encantan. Pero esta vez te pillé. Sabía que la rosa iba a estar en el libro y que no fue un sueño por tanto. Je, je, je. Se te dan bien este tipo de relatos. ¡Enhorabuena! Dos cosas más. A la pregunta contesté con un sincero, sí, mucho. No podía ser de otra forma. Me gusta leerte. Y lo segundo, es que me emocionó ver que habías colgado a mi querido Capitán en tu blog. Eres muy grande, chaval. Te aprecio de veras. Para lo que necesites, ya sabes donde me tienes y gracias por tus consejos. Hasta pronto.

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  4. hola he visto que te has agregado a mi blog..gracias, me he alegrado.

    sinceramente, hoy no es mi dia, todo me ha salido mal desde que me acoste anoche...pero ahora de alguna manera leyendo tu escrito el tiempo se ha parado nada ha girado a mi alrededor y he sentido una tranquilidad, gracias. ahm y sobre la canción de my inmortal, que se puede decir de esa canción, para mi es preciosa, llevo dias oyéndola y la mezcla entre melancolia y tristeza hace que me pierda por minutos de este mundo y de su realidad.

    un beso, nos leemos.

    leo.

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  5. Que bonito relato con factor sorpresa! me has traido a la memoria la de veces que he vuelto a casa en tren, la de veces que he leido páginas y páginas acompañada por el movimiento adormecedor del vagón...
    Me ha parecido preciosa tu manera de escribir, tan clara y nítida que me has llevado a viajar junto a tí..
    Un placer saludarte, creo que será el comienzo de una bonita amistad!
    Un besote enorme

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  6. Escribes muy bien para ser tan joven, tienes una voz propia, muy singular, mangífico. Un saludo muy cordial de dos que llevamos en esto más años de los que tú tienes :-) Te invitamos a Absurdilandia por si quieres reírte un rato.

    http://absurdilandia.blogspot.com/

    Un abrazo fraternal, compañero en la aventura de la palabra

    Pedro y Ana

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  7. ey que no soy un chicooooo, soy una chica...jajajaj me has llamado tio¡ jajjaaja ay ay que despiste tienes¡
    beso

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  8. perdonadoo, no pasaa nada¡¡

    jajaja que gracia¡¡

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